martes, 4 de agosto de 2009

Léxico médico de la atención primaria (7): N-P


(Es recomendable leer primero la introducción al Léxico médico de la atención primaria y el preámbulo a la primera entrega)

N

N
ECESIDADES DEL SERVICIO. Un término jurídico inconcreto que se desata como una losa cuando uno menos se lo espera. Provocan un aumento de la carga de trabajo, ordinaria y urgente, que no siempre se ve recompensada. Presuponen una disponibilidad continua; por imperativo laboral, la jornada puede verse ampliada inesperadamente. En consecuencia, ¿no debieran conllevar una importante compensación, retributiva y profesional?... Creo escuchar voces afirmativas.

NESCIENCIA. El enemigo número uno de la salud, más allá de la dotación genética, del sexo o de la economía. La ignorancia, el analfabetismo en materia de salud, es un factor decisivo. Sus consecuencias: problemas con las prescripciones, retrasos en el tratamiento, automedicación, hospitalizaciones evitables… Mejorar la cultura sanitaria, junto con la general, debiera ser lo prioritario.

NUEVO MODELO. El que pretende oponerse al “Modelo tradicional”, en principio con la buena intención de mejorar la asistencia, de procurar la calidad en Atención Primaria. Obliga a siete horas de presencia física continuada; sin ayuda de personal auxiliar, por mucho que teorice con el trabajo en equipo; con menos flexibilidad que antes, lo que propende al agobio; distorsiona a menudo la relación con el paciente; no pocas veces frustra al profesional, impotente de realizar bien su trabajo; y a pesar del calificativo, lleva mal su prematura vejez. ¡Convendría buscar un punto de equilibrio! (Relacionada: MODELO TRADICIONAL)

O

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BJETIVO SANITARIO. El resultado que un programa de salud trata de alcanzar. En plural, el establecimiento de un cumplimiento de objetivos, por el que se habrá de medir la productividad y abonar el complemento derivado de la misma, resulta de un teórico “acuerdo de gestión” entre las partes interesadas.  Es deseable que los objetivos que se persiguen sean realistas, pues muchos ven en su difícil cumplimiento una espada de Damocles que amenaza con cercenar el “complemento de productividad variable”. Y es necesario que quienes nos juzgan se impongan el objetivo de ser objetivos. (Relacionadas: ACUERDO DE GESTIÓN, PLAN DE SALUD, PLANIFICACIÓN SANITARIA, PRODUCTIVIDAD EN SALUD, PROGRAMA DE SALUD)

OPINIÓN MAYORITARIA. La forma propia de pensar sobre cualquier tema y el sentir de una mayoría (opinión general o pública), que en un estado de derecho se puede manifestar libremente. Respecto a la Sanidad Pública, cada médico tiene su particular opinión, pero la mayoritaria del colectivo médico es que su organización debe cambiar en muchos aspectos. Y cuanto antes mejor. ¡Amén!

ORGANIZACIÓN INTERNA. Una cuestión de orden interno, de los centros de salud. Entre los problemas organizativos en los equipos de Atención Primaria –una particularidad de la “organización sanitaria”– no hay que olvidar el debate de la figura del coordinador, actualmente jefe de servicio o de unidad, con su doble función. Otro es el de la asignación de recursos humanos, determinado por el número de habitantes máximos por clave médica, o sea por facultativo. También la distribución de tareas. Por lo demás, no hay fórmulas mágicas. (Relacionada: COORDINADOR, ORGANIZACIÓN SANITARIA).

ORGANIZACIÓN SANITARIA. Disposición que pretende poner orden en el entramado sanitario, proveyendo los necesarios recursos materiales y coordinando los indispensables recursos humanos. Una tarea ardua que lo es más por lo cambiante, teniendo en cuenta la complejidad del sistema sanitario y los vaivenes de la política sanitaria. Además, hemos de diferenciar una organización interna, propia de cada centro, y otra externa, dependiente de entes superiores: gerencias, direcciones provinciales, consejerías, ministerio. De la estructura organizativa –representada gráficamente mediante un organigrama– emanan la planificación y la gestión sanitarias. En Hispania, propensa a la desorganización, de continuo se demanda una reorganización en pro de mejorar la asistencia sanitaria. (Relacionadas: GESTIÓN SANITARIA, ORGANIZACIÓN INTERNA, PLANIFICACIÓN SANITARIA)

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AC. Punto de Atención Continuada. Vino a sustituir al tradicional “Servicio de Urgencias Extrahospitalario” (SUE), en el que se atendían casos que no admitían demora, para tragar con todo lo que entre por la puerta, aunque se trate de nimiedades o incluso cuestiones no sanitarias. Superada la “Casa de socorro” de antaño, no supuso mejora respecto al SUE; peor aún, ha aportado problemas y conflictos. Con sonoridad inglesa de “paquete”, nadie que no sea sanitario lo conoce por este nombre.

PACIENTE. El fin último de los servicios sanitarios; a él nos debemos: estamos para servirle del mismo modo que nos gustaría que nos asistiesen. Amoroso sustantivo para un individuo que primero fue enfermo, después cliente y ahora usuario. (Relacionada: USUARIO)

PENSIONISTA. Hombre o mujer que, por lo regular con una pensión miserable, busca desahogo en un sistema público equivalente a mercadillo de balde o barra libre.

PERSONAL DE SERVICIOS DE SALUD. El establecido en tres categorías que engloban diferentes subcategorías: 1) Personal sanitario facultativo (médicos generales, pediatras y demás especialistas), 2) Personal sanitario no facultativo (enfermeras, matronas, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, técnicos especialistas, auxiliares de enfermería) y 3) Personal no sanitario (técnico, de servicios especiales, de función administrativa, de oficio, subalterno). Suponen el conjunto de recursos humanos (los fijos de cada equipo conforman la plantilla o el staff), con las funciones de cada cual teóricamente delimitadas, pero en la práctica surgen multitud de dudas.

PICARESCA. Una de las tres características hispánicas, que en el ámbito sanitario se comprueba cada día: simulación de incapacidades laborales, solicitud de recetas de pensionista por parte de trabajadores activos, ocultación de padecimientos para conseguir certificados de salud, etc. (Relacionada: HISPANIA)

PLAN DE SALUD. Pesimístamente, manera de planificar lo que presumiblemente ocurrirá hagamos lo que hagamos. Por el contrario, proyecto o programa para alcanzar un objetivo o fin sanitario. No exactamente como el “de pensiones”, que pretende que en la vejez no pasemos privaciones; si bien, indirectamente, también puede contribuir a preservar la salud. ¡Y yo sin plan! (Relacionadas: OBJETIVO SANITARIO, PLANIFICACIÓN SANITARIA, PROGRAMA DE SALUD)

PLANIFICACIÓN SANITARIA. Una función de la autoridad sanitaria, consistente en establecer planes para regular las actuaciones, alcanzar objetivos y no caer en el caos. Implica actuar de forma organizada. Esencial para que el sistema sea eficaz pero que en exceso puede resultar negativa, al robotizar la actuación de los profesionales. Bienvenidos los planes, proyectos o programas que se ajustan a las necesidades y persiguen objetivos razonables; aquellos irracionales y perversos que se los lleve el viento. (Relacionadas: GESTIÓN SANITARIA, OBJETIVO SANITARIO, PLAN DE SALUD, PROGRAMA DE SALUD)

PLATAFORMA “DIEZ MINUTOS”. Base o conjunto de reivindicaciones que solicitan desesperadamente asociaciones, sociedades científicas y sindicatos: 10 minutos por paciente, 25 pacientes por día y 1200 personas por médico. Parece razonable, aunque cada patología, o mejor cada paciente, requiera un tiempo diferente. Condenados a una cierta esclavitud (la prisa genera desmoralización, desencanto y cabreo), los médicos de Atención Primaria claman a través de esta plataforma, constituida el 16 de diciembre de 2000.

POLÍTICA SANITARIA. Arte de conducir los asuntos sanitarios, que en Hispania ha ido dando tumbos, cambiando técnicos en gestión en función del signo ideológico –no de la capacitación– y, una idea bastante generalizada, proletarizando a los médicos y alejándolos de su primitiva concepción de profesionales liberales.

PORTUGAL. País hermano, pero distinto en materia sanitaria, como en otras cuestiones, al que los profesionales de la sanidad gallega y española contemplan con envidia. Los médicos lusitanos, muy unidos profesional y sindicalmente, disponen de tiempo suficiente, trabajan en condiciones dignas, disfrutan de buena consideración social y tuvieron acceso a la carrera profesional antes que aquí. Vale pues elevar la mirada a las alturas y declarar: ¡Menos mal que nos queda Portugal!

PRESCRIBIR. Ordenar o indicar un tratamiento, farmacológico o no farmacológico (p. ej. ejercicio). Prescribir medicamentos equivale a RECETAR.

PRESCRIPCIÓN. Indicación de un tratamiento. En caso de fármacos, instrucciones que se dan por escrito en la receta médica. Tradicionalmente se encabezaba con la abreviatura Rp (de Recipe: ‘‘Dispénsese’’ o “Tómese”), una barra (/) y tras ella el nombre del preparado y las cantidades, las instrucciones y la firma del facultativo. Hoy, como de otras muchas cosas, ya casi nadie se acuerda. (Relacionada: RECETA MÉDICA)

PRESIÓN ASISTENCIAL. Equivalente a carga asistencial. Un elemento que condiciona la decisión clínica. Un médico bajo presión –con demasiadas visitas/día–, agobiado, no puede dar adecuada respuesta a los problemas de salud y, en consecuencia, contribuirá a la “medicalización”, derivará más pacientes e incurrirá en más errores. Respecto a las urgencias, ya se ha denunciado su “mal uso”, considerándose la necesidad de informar a la población, de educarla sanitariamente, con el fin de racionalizar el uso de los servicios; incluso se ha postulado la dureza, proponiendo sancionar en caso de abuso. Como sea, es preciso minimizarla, por el bien de los pacientes; si el médico no respira, mal puede ayudar a los demás. (Relacionadas: CARGA ASISTENCIAL, DEMANDA ASISTENCIAL)

PRINCIPIOS BIOÉTICOS. Son los principios (máximas, ideas o normas que rigen el pensamiento o la conducta) que incumben a la bioética. Los de la bioética médica son fundamentalmente cuatro: 1) Principio de no maleficencia: lo primero es no hacer daño (“primum non nocere”); 2) Principio de beneficencia: actuación en beneficio del paciente; 3) Principio de autonomía: decisión autónoma del paciente respecto a su salud y a las intervenciones médicas (expresado en sumo grado en el “consentimiento informado”); 4) Principio de justicia: opuesto a la desigualdad, dispone un trato médico igualitario, sin distinción. (Relacionada: BIOÉTICA MÉDICA)

PRODUCTIVIDAD EN SALUD. Si la productividad viene definida por la relación entre la cantidad de bienes y servicios producidos y la cantidad de recursos utilizados, en salud podemos entenderla como un buen servicio asistencial, de buena calidad y a los menores costos posibles. Un elemento de la Economía de la salud, por el que se valoran los objetivos de los profesionales sanitarios, difícil de medir y fácil de falsear. (Relacionadas: ACUERDO DE GESTIÓN, ECONOMÍA DE LA SALUD, OBJETIVO SANITARIO)

PROGRAMA DE SALUD. Conjunto de actividades que persiguen el logro de uno o varios objetivos en una población concreta. Se enfoca en la salud comunitaria. Tiene que ver con la planificación, por lo que antes se denominaba “plan de salud”. Hay programas por edades (del lactante y preescolar, del adulto, del anciano, etc.) y por patologías o factores de riesgo (programa de hipertensión, de diabetes, de dislipemias, de drogodependencias, bucodental, etc.). Ya un renombrado político reiteraba hace tiempo: ¡programa, programa, programa…! (Relacionadas: OBJETIVO SANITARIO, PLAN DE SALUD, PLANIFICACIÓN SANITARIA, SALUD COMUNITARIA)

PROGRAMA ICP. Mejor reducir a este acrónimo la “Incentivación de la Calidad de Prescripción”. ¡Ahí queda eso! Nada menos que una rimbombante perífrasis con el ánimo de conseguir, simple y llanamente, ahorro del gasto farmacéutico. Y como premio un complemento para los médicos buenos, que prescriben lo que se les manda –atenerse a los siete indicadores de calidad establecidos–, aunque lo hagan de modo inconveniente. Encierra una perversidad que se opone a la pretendida calidad.

PROTOCOLO CLÍNICO. Actuación de obligado cumplimiento cuyo fin es apaciguar la insatisfacción que produce el no saber lo que le ocurre al paciente. O la manera de rezar de los médicos... ¡No se lo tome en serio! En realidad, es una guía clínica o de práctica clínica –por más que algunos observen diferencias–, un modo ordenado de actuación que facilita el diagnóstico, mejora la calidad asistencial y minimiza la comisión de errores. ¿Vale? Aunque si se siguen a rajatabla los protocolos puede bloquearse el delicado sistema.

PRUEBA DOCUMENTAL. Ver DOCUMENTO MÉDICO-LEGAL.

PSICOLOGÍA MÉDICA. Una disciplina que forma parte de la psicología clínica y que ayudará al profesional de la medicina a ver al paciente como un todo, como un ente biopsicosocial, puesto que tiene vida, alma o psique y se relaciona socialmente con otros individuos. Siendo el punto de partida la psicología (del griego psyché, alma, y logos, tratado), etimológicamente “ciencia del alma” y de hecho ciencia que estudia los fenómenos de la conducta, fundamentalmente humana, y los procesos mentales relacionados, para determinar sus condiciones y leyes, consideramos aquí su aplicación clínica en la actividad médica. (Relacionada: HUMANIDADES MÉDICAS)

PSIQUIATRA. Especialista de la locura que, según alguna mente retorcida, quisiera serlo también de la cordura. Porque como dijo uno, en la actualidad más que enfermos se ve gente sana con conflictos. Y esto el médico general o de familia, sin ser psiquiatra (¿o sí?), lo constata día a día.

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