martes, 19 de octubre de 2010

Gestión de la calidad en salud


Partimos del concepto de calidad en salud con tres definiciones:

  • “Obtener mayores beneficios con menores riesgos para el paciente, en función de recursos disponibles y valores sociales” (Avedis Donabedian, 1984).
  • “Asegurar que cada paciente reciba el conjunto de servicios diagnósticos y terapéuticos más adecuados para conseguir una atención sanitaria óptima (…) y lograr el mejor resultado con mínimo riesgo de efectos iatrogénicos y máxima satisfacción” (OMS, 1985).
  • “Ofrecer de forma continuada unos servicios eficaces, efectivos y eficientes, adecuados a necesidades de clientes, accesibles y aceptados, según estado actual de conocimientos” (Joint Commission, 1990).

Y entonces podremos entender la idea de gestión de la calidad en salud, que implica un mejoramiento continuo. Detectados los problemas y tratamos de corregirlos introduciendo cambios, con la aplicación de un ciclo de calidad o "círculo Deming", en cuatro fases (planificación, ejecución, implementación y evaluación), y midiendo la mejora mediante indicadores de calidad.

El proceso considera tres factores: humano, técnico y del entorno; y atiende principalmente a cinco grandes dimensiones de calidad: 1) efectividad (poder del procedimiento), 2) eficiencia (relación coste/beneficio), 3) accesibilidad (acceso a los servicios), 4) satisfacción del usuario (aceptabilidad) y 5) competencia profesional (científico-técnica).

Hasta aquí un simplificación teórica; la terca realidad se opone a la consecución de buenos niveles de calidad en nuestro medio sanitario.

Pero tratando de huir del pesimismo, traigo una teorización audiovisual sobre la llamada genéricamente calidad total…

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