martes, 21 de julio de 2015

Pantomima plus



PANTOMIMA

Ríes locamente,
lloras todo blanco,
bailas sin razones,
quedas golosamente estático,
saludas sin palabras —cantarín—,
crispas el gesto repudiándome,
festejas que te alegra mi presencia,
ordenas mi salida con el iris,
con luz angelical me aceptas,
maldices mascullando y yo comprendo.
Amas generoso,
odias imprudente,
abrazas despreciando el fingimiento,
desprecias abrazando las quimeras...

Eres una e infinitas voluntades cambiantes;
tu mueca —como la mía— es expresiva.
A un Arlequín, sin su alada Colombina,
hablas tajante y deliciosa,
sin cotidiana lengua,
con las manos,
con la frente,
con las cejas,
con los dientes...,
¡con las sutiles cuerdas del alma!

[oct. 1996]

A veces uno no sabe si reír, llorar o mostrar indiferencia. El desconcierto puede suceder en cualquier ámbito, incluido el de la medicina. Las decisiones políticas sanitarias siempre acarrean consecuencias, y no siempre positivas. Una de las últimas afecta al control de las bajas laborales no derivadas de accidente laboral ni enfermedad profesional o, dicho de manera más técnica, a la gestión de la Incapacidad Temporal (IT), previamente llamada Incapacidad Laboral Transitoria. Si antes era competencia exclusiva de organismos públicos, desde hace un tiempo las mutuas encargadas de contingencias laborales y profesionales (privadas) han cobrado protagonismo en la enfermedad común por decisión política. Es decir, las mutuas ya participan en el control de la IT por contingencias comunes (no laborales). Y se avecina la aplicación del decreto sobre la nueva regulación de la IT que todavía les concede más poder en este control, habiendo suscitado fundadas discrepancias. Llamemos a esto privatización o “externalización” de la IT (con o sin el prefijo semi-), hacia una supuesta mejora, no deja de parecer una pantomima sin cariz artístico. Un experimento gestor que favorece a terceros y probablemente complica la actuación de los legítimos actores. 

Interpretaciones del mimo Marcel Marceau

2 comentarios:

  1. Querido José Manuel; miedo me da cada vez que los incapaces tocan algo importante... ¡Estamos rodeados de mentes preclaras! En fin; que no nos amarguen el verano, que de eso ya se encargan las alarmas por el calor.
    Pese a todo, espero que pases un maravillosos verano, meu amigo. ¡Abrazos!

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    Respuestas
    1. Mejor no tocar algo si es para empeorarlo. Pero no, querida Lola, no nos vamos a dejar amargar el verano por humanos errores... ni el resto de las estaciones. Hay que ver esto como una representación, aunque sea mala.
      Bicos.

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