viernes, 27 de febrero de 2009

Admiración


Siempre admiré a los hombres que saben dominar sus impulsos y evitar comportamientos viscerales.

Viendo en ellos el poder del que nunca desespera, acuden a mí las figuras opuestas de los dos ancianos protagonistas de una película con contenido. El uno, antiguo luchador por el utópico logro de un mundo nuevo, decía que la respuesta a la infamia es la indignación. El otro, contrariamente a lo que opinaba su compañero de andanzas, era partidario de la complacencia, de regocijarse en lo que había de bueno entre la perversidad que los rodeaba. En el parque donde a diario los dos amigos se reunían, confrontaban sus respectivas percepciones del mundo: apocalíptica y confiada, gruñona y conformista, iracunda y serena. Inequívocamente, desalentadora la del primero, reconfortante la del segundo (sin entrar a considerar las dos formas de evasión referidas por Erich Fromm: la destructividad y la conformidad).

Siempre admiré a los hombres que son libres, dueños de sí mismos, que huyen de la pasividad, que viven entregados a una causa…


ADMIRACIÓN

Siempre admiré a los hombres
cuyo pisar es firme,
que como útiles ríos
hacia su meta siguen,
decididos, valientes,
con la mirada libre,
solamente entornada
en los momentos tristes
de enfermedad, de duelo,
en situaciones límite.

Siempre envidié a los hombres
con la virtud que sigue:
nobleza manifiesta
que fácil los distingue;
sinceros, generosos,
esquivos de molicie,
capaces de entregarse
a un ideal, que viven
sin esperar el premio
ni que los feliciten.

Siempre quise ser otro;
como el que se decide
sin dudar y culmina
aquello que persigue,
o el que sabe mostrar
el don que le define,
la verdad con franqueza,
sin nubes que la entinten.
Los veo frente a mí
y me pregunto: ¿Existen?

[Canción, oct. 1997]

martes, 24 de febrero de 2009

Música para el Carnaval


La música está presente en toda actividad humana que entrañe regocijo o lamento, júbilo o tristeza, placer o dolor, risa o llanto, amor o desamor. Y el Carnaval, como explosión de alegría, no podía ser excepción. Es más, la música es elemento primordial de esta celebración festiva que, tradicionalmente, ha supuesto una liberación previa a las imposiciones y restricciones cristianas que supone la entrada a la Cuaresma, aun teniendo un origen pagano.

El Carnaval es tiempo de excesos, de placeres desbordados, de exquisiteces gastronómicas, antes de la austeridad que ha de seguir. La transgresión se ve favorecida por la protección de la máscara que suplanta la propia identidad, el atrevimiento asoma tras el disfraz que permite teatrales ofrendas y honores a “don Carnal”. Antes de la llegada de “doña Cuaresma”, se cambian los sexos, se igualan las clases, se hacen una excepción en vida que sólo la muerte ratificará definitivamente.

El Carnaval tiene diferentes expresiones musicales, tradicionales y urbanas. Las agrupaciones carnavalescas le imponen a las melodías letras incisivas, satíricas, burlescas o caricaturescas, atacando a instituciones y a personalidades con gracia, interpretando, escenificando, viviendo un momento único de permisividad. Es el espacio reservado para chirigotas, comparsas y murgas, formadas expresamente para festejar el período más desenfadado del año.

El Carnaval tiene también sus músicos clásicos, compositores “serios” que han creado obras vinculadas al introitus. Veamos una breve relación de obras musicales importantes y bien conocidas relacionadas de algún modo con esta celebración (ordenadas cronológicamente):

Carnaval op. 9, para piano, de Robert Schumann (1835).

El Carnaval romano op. 9, obertura orquestal, de Héctor Berlioz (1843).

Un baile de máscaras (Un ballo in maschera), ópera, de Giuseppe Verdi (1859).

Los cuentos de Hoffmann (Les contes d'Hoffmann), ópera, de Jacques Offenbach (1881).

El carnaval de los animales (Le carnaval des animaux), suite para grupo de cámara, de Camille Saint-Saëns (1886).

Obertura Carnaval op. 92, para orquesta sinfónica, de Antonin Dvorak (1891).

Al fin y al cabo, el Carnaval es música, desde la sofisticación del de Venecia al desenfreno multicolor –a ritmo de samba– del de Río de Janeiro, pasando por el chispeante cachondeo del de Cádiz y otros sonados carnavales. Música de un breve período, sencilla y desenfadada, de la que grandes músicos han bebido, para crear otra compleja, transcendente e intemporal.

Escuchemos y veamos, con dibujos animados, una abreviada y divertida interpretación de El Carnaval romano de Berlioz.

Nota. Vídeo añadido post., por eliminación del previo.

domingo, 22 de febrero de 2009

Música y naturaleza (1): Los paisajes sonoros


No pocos compositores han vertido en partituras sensaciones y pensamientos suscitados por la entrada en su sensible sentido del cielo, de la tierra, de las aguas, de los estrépitos, de los murmullos, de los silencios, de la mayor fuente de inspiración musical desde los albores creativos. Unos pretendieron simplemente describir la Naturaleza, imitando los sonidos naturales o reproduciendo el fenómeno físico-acústico; otros crearon originales sonoridades que, por efecto sinestésico, nos evocan sus paisajes. En lo natural parece hallarse la clave de la música humana, desde su primitivo significado territorial y sexual hasta el de refinamiento emocional y espiritual.

Con oídos atentos podemos percatarnos de que el sonido armónico forma parte del mundo que nos ha tocado vivir. El gorjeo de los pájaros, el zumbar de las abejas, el rumor del mar, el altivo canto de las cascadas o el quejido del viento, están integrados en los ecos de nuestro entorno natural y su efecto es evidente. El estado anímico cambia fácilmente por el influjo de los naturales estímulos sonoros, de modo que uno sosiega si vienen acariciadores o se tensa cuando anuncian peligro o amenaza, como sucede con el estruendo espeluznante del huracán o el estallido poderoso de la tormenta. En una primera experiencia nos cogerán por sorpresa pero en un futuro identificaremos su contenido, de modo que el cuerpo no sufrirá los mismos sobresaltos. Sin embargo, siempre permanece en los espíritus sensibles la capacidad de asombro frente a los inextinguibles compases de la asombrosa orquesta que la Naturaleza nos brinda.

Las diferenciadas voces nacidas desde el mismo parto telúrico y de la natural evolución, indujeron a muchos músicos de diversas épocas a intentar reproducirlas artificialmente mediante instrumentos sonoros. En la música del ballet La Consagración de la Primavera, de Igor Stravinsky, tenemos la impresión de que estallaran las entrañas del planeta, por el incisivo ataque de las cuerdas, los enloquecidos metales y el furibundo percutir de los timbales; no remeda nada pero nos recuerda las imponderables fuerzas que despiertan. Por otro lado, la Sinfonía Pastoral (Sexta sinfonía) de Beethoven nos presenta la cara plácida y amable: la dulce campiña, los verdes prados, las aguas mansas, los ciervos del bosque, el piar de las aves... en un entorno de tranquilidad infinita, sólo quebrada por una efímera tormenta tras la cual retorna felizmente la atmósfera de quietud. Sublime arte de los sonidos; mucho más que simple música descriptiva.

Valgan estas magníficas muestras de la capacidad evocadora de la orquesta sinfónica, suficiente para generar visiones de un mundo atrayente y despiadado, que atemoriza y que fascina. De manera más íntima, también se pueden captar las imágenes del entorno sonoro; y así nos lo demuestran, sin ir más lejos, dos autores hispanos en sendas escrituras pianísticas: Joaquín Turina en La playa, de Sanlúcar de Barrameda “Sonata Pintoresca”, y Federico Mompou en El lago, de Paisajes; ambas obras con otras partes inspiradas en objetos y figuras.

Veamos los sonidos y escuchemos los cuadros naturales. En oídos adiestrados, las sonoridades son paisajes y los paisajes son sonoros.
***
He presentado el resumen introductorio y el preludio (“Los paisajes sonoros”) del ensayo publicado en Filomúsica (revista de música culta) sobre las obras musicales inspiradas en la naturaleza, que presenta otros cinco apartados, dedicados al mar (“los arpegios del mar”), a los pájaros (“el canto de los pájaros”), a los bosques y los espacio abiertos (“acordes de los bosques y de los grandes espacios”), a los ríos (“las melodías fluviales”) y a los ciclos (“la música y los ciclos”). Si te interesa, entra en:  
Música y Naturaleza (filomúsica.com). Referenciado en dossier del 24º Festival de Música Española de León (2011)

Como ilustración sonoro-visual, valga el movimiento final de la Sinfonía Pastoral de Beethoven... (Y quien desee la obra completa, con sus cinco movimientos delimitados y fotografías ilustrativas, dejamos un enlace AQUÍ)

(Vídeo añadido post. por eliminación de vídeo previo]

jueves, 19 de febrero de 2009

Aforismos médicos 2


En esta segunda parte presento otras sentencias concisas y frases extraídas de escritos diversos que he convertido mediante el juego del lenguaje en aforismos, considerando lo expuesto en la primera parte. Me permito dejar una frase en toda su extensión, por lo significativa, e incluyo una plegaria médica. De la mayoría dejo constancia de la autoría; de los que no tengo certeza prefiero dejarlos como anónimos. Comulgando o no con ellos, aquí va otra docena sobre medicina y médicos:
  • La medicina es la ciencia de la incertidumbre y el arte de la probabilidad. (W. Osler)
  • El arte de la medicina consiste en mantener al paciente en buen estado de ánimo mientras la naturaleza le va curando. (Voltaire)
  • La medicina es el apoyo para los pacientes, pero es la destrucción para los médicos. (Anónimo)
  • La medicina es el arte de acompañar al sepulcro con palabras griegas. (E. J. Poncela)
  • La Medicina como profesión es excelsa y como ciencia humildísima. El vacío que queda, entre la verdad que poseemos y la que deseamos, hay que rellenarlo con entusiasmo, buena fe y, sobre todo, modestia. (G. Marañón)
  • Ser buen médico significa poseer conocimientos y “4 h”: humildad, honestidad, humanidad y humor. (W. Osler)
  • Para ser un buen médico son imprescindibles dos requisitos: capacidad de observación y no tener asco de nada. (J. Letamendi)
  • Es mucho más peligroso el médico orgulloso de su ciencia que el médico ignorante, porque éste puede tener, al menos, la tentación de ser prudente. (F. Escardó)
  • La gente quiere a los médicos que quieren a la gente; antes de ser un buen médico, sé una buena persona. (Anónimo)
  • Incluso en el mundo cada vez más inclinado al uso de ordenadores y de máquinas para una batería de “screening-tests”, el papel del hombre-médico seguirá siendo insustituible. (A. Balcells)
  • El médico general sabe poco sobre muchas cosas; a medida que progresa en su arte sabe cada vez menos sobre cada vez más cosas; al final de su carrera termina por no saber nada sobre todo. El médico especialista, por lo contrario, sabe mucho sobre pocas cosas; a medida que progresa en su arte, sabe cada vez más sobre cada vez menos cosas; al final de su carrera, termina por saberlo todo sobre nada. (R. Tzanck)
  • Plegaria del buen médico: permítasenos estar bien lejos de la incapacidad, del excesivo celo por lo nuevo y del desprecio por lo que es antiguo, de anteponer el conocimiento a la experiencia, la ciencia antes del arte y el ingenio antes del sentido común; de tratar a los pacientes como simples casos y de transformar la cura de la enfermedad en algo más penoso que la persistencia de la misma. De todo ello, líbranos, Señor. (R. Hutchinson)
                          ***
                          Las “4 h” de Osler me parecen definitivas y los requisitos de Letamendi muy atinados. La evolución contemplada por Tzanck para médico general y especialista da que pensar: evidentemente quien mucho abarca poco aprieta; y quien, ultraespecializado, muy poco abarca, acaba apretando la nada. La plegaria de Hutchinson me hace recordar aquella otra clásica: la Oración de Maimónides

                          Finalmente, cabe añadir dos sentencias magistrales sobre la medicina y el médico....
                          • El papel de la medicina no es vencer a las enfermedades y a la muerte, sino aliviar el sufrimiento, limitar el mal y allanar el doloroso viaje del hombre hacia su última morada. (Petr Skrabanek)
                          • La primera obligación del médico es la ciencia; la primera condición, la conciencia; la primera necesidad, la paciencia”. (Florencio Escardó)
                          ...y otra sobre la profesión médica que también da que pensar.
                          • Hay que defenderse con una gran fuerza interior de toda profesión, pero de ninguna hay que defenderse tanto como de la medicina, porque es la que más puede estragar la vida y filtrarse en ella. (Ramón Gómez de la Serna, El doctor inverosímil)

                          miércoles, 18 de febrero de 2009

                          Relación médico-paciente (2): Comunicación o entrevista clínica


                          La relación médico-paciente es un vínculo de confianza.

                          Los médicos de Atención Primaria debemos estar preparados para relacionarnos con multitud de usuarios, enfermos o no, con problemas diversos, y hemos de mantener el tipo sin desfallecer en el intento. Sin duda, de la buena relación –comunicación– dependerá en buena parte el éxito del tratamiento, porque no sólo cura el remedio que se prescriba sino también la palabra, lo que se le diga al enfermo y, sobre todo, cómo se le diga, “el buen decir”. Algo fácil de aconsejar y no tanto de asumir.

                          Primeramente, hemos de asimilar el proceso de la comunicación, a fin de transmitir la información de modo adecuado. En nuestro caso, implica una relación interpersonal que establecemos con el paciente, enfermo o usuario. Lo deseable es que emisor y receptor transmitan y reciban sus mensajes mediante un adecuado canal de comunicación y en una situación propicia.

                          Para nosotros, comunicación significa entrevista clínica, en la cual sólo si el mensaje sale de manera conveniente alcanzará talmente a su interlocutor. En la práctica a través de un canal sonoro (y a veces también visual: mirada, expresión facial, gestos, modales), mediante un lenguaje inteligible y en un contexto agradable. Para que sea realmente efectiva, hemos de tener presente la significación de algunos términos acuñados por los estudiosos de la comunicación, especialmente: la escucha activa, la asistencia centrada en el paciente, la transferencia, la alianza terapéutica y el modelo biopsicosocial. Aprender determinadas técnicas favorecerá el propósito de buena relación.

                          En cualquier caso, hay una decena de factores que determinan de alguna manera la entrevista clínica; son los condicionantes de la relación médico-paciente. De partida, tres esenciales: 1) el profesional, 2) el paciente y 3) el ambiente o medio. Tras ellos, considero cinco factores añadidos: 4) la presión asistencial, 5) el tiempo, 6) la burocracia, 7) el personal auxiliar y 8) los servicios sociales. Y, finalmente, dos elementos complementarios que no podemos obviar: 9) la educación sanitaria y 10) la delimitación de las competencias. Con estos condicionantes se configura un particular decálogo.

                          Del primer condicionante ya se derivan ciertas actitudes en la entrevista clínica que conviene adoptar para favorecer la comunicación y, de paso, evitar inconveniencias (carga emocional negativa, desconfianza, reclamaciones, etc.). Forman parte de la “adecuada conducta profesional”, que encabeza mi particular decálogo para una buena relación médico-paciente, y que con intención práctica expongo seguidamente.

                          Actitudes en la entrevista clínica

                          Actitud
                          Comentario
                          Concederle la palabra al paciente
                          Dejar que cuente sus problemas y escucharle con atención; implicarse en una escucha atenta (activa) y abrirse a las emociones (actitud abierta----confianza).
                          Recordar que no hay enfermedades sino enfermos
                          Centrarse en el individuo, considerarlo como persona, interesándose por él y por su entorno familiar, social y laboral.
                          Implicarse en transferencia* de identificaciones y afectos
                          No actuar como impasibles máquinas terapéuticas o diagnósticas, sino humanamente. (*concepto psicoanalítico)
                          Buscar la cooperación del paciente
                          No aceptar toda la responsabilidad, ni actuar como dioses, sino buscar una alianza o colaboración responsable.
                          Presuponer ansiedades del paciente
                          Ansiedades el tipo: “no me entenderá… no me escuchará… no encontrará lo que tengo… a lo peor me encuentra algo malo… me hará desnudar o una exploración molesta o humillante… quizás sea una tontería y se ría o me riña…”
                          Evitar las ansiedades propias
                          Derivadas de la inseguridad, del tipo: “no seré capaz... otro lo haría mejor… tal vez me arriesgo… no sé que voy a decirle… es un tema muy íntimo…”
                          Considerar enfermedades de base psicosocial
                          Encuadrar el modo de enfermar en su contexto cultural y no limitando el hecho de la enfermedad a una consideración puramente biológica.
                          Esforzarse en el dominio de las técnicas, destrezas o habilidades en comunicación
                          La entrevista clínica es el instrumento más eficaz, suficiente en la mayoría de casos para llegar a un diagnóstico.

                          ***
                          Este artículo es una parte del publicado con el título de Decálogo para una buena relación médico-paciente en la revista médica Cadernos de Atención Primaria, editada por la “Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria” (Agamfec):

                          Brea Feijoo JM. Decálogo para una buena relación médico-paciente. Cad Aten Primaria 2007; 4 (14): 240-244.

                          (Disponible en este enlace como segundo artículo del apartado "Espazo para o debate")

                          Link de interés:

                          lunes, 16 de febrero de 2009

                          Léxico médico de la atención primaria


                          Hablar de léxico sanitario de la Atención Primaria parece, de entrada, como otros léxicos, algo demasiado serio. Y pretender recoger todo el vocabulario que habitualmente emplean los médicos del primer escalón asistencial parece, cuando menos, pretencioso. Habría que referirse a palabras y modismos –expresiones, giros, locuciones– que tuviesen relación con el campo referido, científicas o no, lo cual sería un intento vano, alejado de la modesta pretensión de este mini diccionario.

                          Mi opción descarta la terminología médica, reflejada en múltiples diccionarios generalmente voluminosos. Se acerca más al ámbito de trabajo, a las relaciones interpersonales, a la gestión, a lo sociológico, a lo político y a las humanidades. De cualquier modo se ciñe a lo nuestro, al médico general o de familia, al arte de curar –y consolar–, por lo que viene a ser un pequeño diccionario temático que bebe principalmente en fuentes de opinión. Unas ciento setenta y cinco entradas que considero significativas.

                          Un léxico particular, ajeno y propio, serio e informal. Ajeno, porque uno bebe de otras aguas y porque todo –o casi– bajo el sol ya ha sido escrito o dicho. Propio, porque las ideas prestadas son vertidas a mi manera particular y porque, supongo, también habré aportado algo personal. Serio, porque, como adelanté, un léxico no estrictamente humorístico entraña siempre cierta gravedad. E informal, porque no se limita a definiciones; se distiende y toma irónicas licencias.

                          Algunos discreparán de la elección, de los enunciados, de la extensión o del enfoque; otros criticarán la superficialidad o las carencias. Pero téngase en cuenta lo expresado con anterioridad; la visión es particular, la intención nunca dañina, el humor no se oculta y la extensión de los conceptos no sobrepasa un conveniente límite. Claro que se podrían añadir palabras y locuciones, existentes o potenciales, y por eso dejo abierta la letra final del alfabeto, como simbólico cajón de sastre, para un posible ordenamiento posterior.

                          Releyendo artículos recopilados (encajo en la definición de hombre como “animal clasificador”), eché a andar este léxico médico en febrero de 2004, dándole provisional conclusión en junio de ese mismo año. Un impulso febril, de menos de un semestre, que en febrero de 2005 despertó de su letargo, ante el hallazgo de otros términos merecedores de un lugar. Siempre he tenido una especial querencia por los libros que recogen palabras ordenadas alfabéticamente, fáciles de localizar y que remiten a otras cuando se precisa completar la información. Por eso no me ha costado mucho realizar este ligero y minúsculo léxico.

                          Y no quiero que hieran susceptibilidades lo que sólo son juegos de palabras (consigo sonreír incluso cuando aparento ser hipercrítico o mordaz); me dolería. Tendría satisfacción sabiendo que, al menos, sirven de entretenimiento.
                          ***
                          Esta es la “nota preliminar” a un particular léxico médico del primer nivel asistencial, que fue editado y divulgado en mi reducido entorno, gracias a la colaboración de Manuel Caramés y Trini Rúa. Produjo sorpresa y generó sonrisas. En el futuro he de traer a este blog algunas de sus definiciones, expresamente o como excusa para algún artículo. A continuación doy la relación de todas las entradas (algunas son neologismos, otras han perdido vigencia) que contiene el original:

                          Abusuario, acoso laboral, acreditación, actividades en atención primaria, acumulación de cupos, agresión médica, Alma-Ata, amanuense, ambulatorio, antropología médica, asistencia social, asociación médica, atención farmacéutica, atención primaria, auditoría, autogestión, automedicación, auxiliar de enfermería.

                          Beneficencia, bienestar, bioética, burnout, burocracia médica.

                          Calidad de servicios, carga asistencial, carrera profesional, cartera de servicios, cartilla de la seguridad social, catálogo de prestaciones, centro de salud, certificado médico, chapuza, cita previa, código deontológico, colegio médico, comité de expertos, competencia profesional, comportamiento médico, comunicación médica, conflicto sanitario, congreso médico, consejo interterritorial, contrato programa, coordinación, coordinador de equipo, copago, curandero.

                          Decisión clínica, defensa de la sanidad pública, delegado farmacéutico, demanda asistencial, demora cero, deontología médica, derecho sanitario, desconfianza sanitaria, deshumanización asistencial, desplazado, docencia médica, documento médico-legal, dolor, drogas.

                          Economía de la salud, educación sanitaria, eficacia y eficiencia, encuesta sanitaria, enfermedad problema, entrevista clínica, entusiasmo, equipo de AP, error médico, escepticemia, especialista, estatuto marco, estética médica, Europa sanitaria.

                          Farmacéutico, farmacéutico clínico, fatiga crónica, financiación selectiva de medicamentos, formación continuada, fundación sanitaria, futuro sanitario.

                          Gallaecia, gasto farmacéutico, gestión sanitaria, guía clínica, guardia médica.

                          Habilidades médicas, Hispania, historia clínica, historia de la medicina, homologación de recetas, hospital, hospitalización social, humanidades médicas.

                          Iatrogenia, improvisación, inmigración, intemporalidad, intersustitución, investigación en AP.

                          Jefe de servicio/unidad, jerarquización médica, judicialización de la medicina, juramento hipocrático.

                          Ley del medicamento, libertad, lista de espera, LOSGA.

                          Medicalización, medicamentazo, medicina, medicina basada en la evidencia, medicina de complacencia, medicina defensiva, medicina gestionada, medicina preventiva, medicina privada versus pública, médico de APD, médico de cabecera, médico de familia, médico general, médico rural, medios de comunicación, mobbing, modelo tradicional, motivación profesional.

                          Necesidades del servicio, nesciencia, nuevo modelo.

                          Objetivo, opinión mayoritaria, organización interna.

                          PAC, paciente, pensionista, picaresca, plan de salud, planificación sanitaria, plataforma “diez minutos”, política sanitaria, Portugal, prescripción, presión asistencial, programa de salud, programa ICP, protocolo clínico, prueba documental, psiquiatra.

                          Quemado, síndrome del-.

                          Registro, relación generalista-especialista, relación médico-paciente, risa.

                          Sala de espera, salud, salud mental, salud pública, sanidad, satisfacción profesional, secreto médico, SEMERGEN, SEMFYC, SEMG, sentido común, sindicato profesional, sistema de registro, sistema nacional de salud, sociedad médica, sociología de la salud, supramunicipalidad.

                          Tarjeta de identificación sanitaria, trabajo social, transporte, medio de-, transporte medicalizado, tratamiento, calidad de-.

                          Universalización asistencial, urgencias (y emergencias), usuario.

                          Vademécum farmacológico, verano, visitador médico.

                          Xenofobia.

                          Yerro médico.

                          Zzz. Todos los zumbidos que queráis añadir para que este léxico médico sea lo más amplio y jugoso posible.

                          sábado, 14 de febrero de 2009

                          Amoroso espacio


                          El amor no es sólo un sentimiento. Es también un arte.
                          Honoré de Balzac

                          El enamoramiento pone en los ojos del enamorado una negra banda que oculta del otro los defectos; al que ve, lo vuelve ciego. Dígase con otras palabras, con otra construcción sintáctica, pero no hay quien niegue la evidencia. Que lo oscuro es claro, blando lo duro, hermoso lo feo, dulce lo agrio, melodioso el ruido, sonoro el silencio, armonioso lo desentonado. ¿Qué que no sepáis? La naturaleza así lo ha convenido, para bien o para mal. Viviendo en su hechizo, arrullan los broncos sones del –o de la– amante temperamental. Mientras no impera la rutina, todo es dulce, delicioso espacio. El amor no se deja controlar y se vuelve incontrolable. El amor llama a la puerta, entra, queda, marcha, vuelve, vive, muere, resucita, se transforma. Por más que se rechace, se hace necesario. Si hombre o mujer cambian el ritmo, dejan de ser dos corazones y un solo latir. Alguien dijo que el amor es como un pájaro: si lo aprietas muere y si no, vuela. Cualquiera que lo haya probado sabe de su efecto ambivalente: el amor place, el amor duele; uno lo goza, uno lo sufre. No es suficiente la luz del amanecer, no bastan los cambios estacionales, ni los vulgares placeres terrenales... Hace falta algo más. 

                          Muchos poetas supieron expresar esta humana necesidad. Y el romántico Gustavo Adolfo Bécquer lo dejó claro en su «Rima LXVII»:

                          ¡Qué hermoso es ver el día
                          coronado de fuego levantarse,
                          y, a su beso de lumbre,
                          brillar las olas y encenderse el aire!

                          ¡Qué hermoso es tras la lluvia
                          del triste otoño en la azulada tarde,
                          de las húmedas flores
                          el perfume aspirar hasta saciarse!

                          ¡Qué hermoso es cuando en copos
                          la blanca nieve silenciosa cae,
                          de las inquietas llamas
                          ver las rojizas lenguas agitarse!

                          ¡Qué hermoso es cuando hay sueño,
                          dormir bien... y roncar como un sochantre…
                          y comer... y engordar...! ¡Y qué desgracia
                          que esto sólo no baste!

                          Pigmalión y Galatea (1890), Jean-Léon Gerôme
                          –v. Pigmalión
                          ***
                          Amor é um fogo que arde sem se ver;
                          é ferida que dói, e não se sente;
                          é um contentamento descontente;
                          é dor que desatina sem doer.
                          LUIS DE CAMÔES
                          –Lectura AQUÍ

                          ANEXO: POEMAS SOBRE EL AMOR [Poemas de amor] [Tópicos amorosos]
                          A Eros, Alfonsina Storni –Lectura AQUÍ
                          A la orilla del arroyo, Antonio de Rueda+ –enamoramiento
                          A ti, única (Quinteto de la luna y del mar), Leopoldo Lugones –música, naturaleza
                          ¡Ah! No es cierto ángel de amor (escena de Don Juan Tenorio), José Zorrilla
                          Al alba venid, buen amigo, Anónimo [Análisis AQUÍ] –Canción AQUÍ
                          Al que ingrato me deja, busco amante, Sor Juana Inés de la Cruz
                          Amor, Vicente Gaos –Lectura AQUÍ
                          Amor con fortuna, Juan del Encina –Canción AQUÍ
                          Amor constante, Vicente García de la Huerta++
                          Amor constante más allá de la muerte, Francisco de Quevedo+/++ [y AQUÍ]
                          Amor é um fogo que arde sem se ver (Soneto 81), Luís de Camôes+++
                          Amor empieza por desasosiego, Sor Juana Inés de la Cruz [y AQUÍ
                          Amor insatisfecho, José Ángel Buesa –Lectura AQUÍ
                          Amor oculto, Manuel del Palacio
                          Amor sádico, Julio Herrera y Reissig
                          Annabel Lee, Edgar Allan Poe++
                          Ayer te besé en los labios, Pedro Salinas –Lectura AQUÍ
                          enamoramiento. Análisis AQUÍ
                          Brindis, Laura Victoria –amor inseguro
                          Canción de la búsqueda, José Ángel Buesa
                          Cantigas de amigo, Martín Codax [v. AQUÍ]
                          Canto a Teresa, José de Espronceda+ [Comentario AQUÍ] –Lectura AQUÍ
                          Capítulo I, Bartolomé Torres Naharro
                          Ceguera, Delmira Agostini –ceguera de amor
                          Confesión (Confession), Charles Baudelaire+ –Lectura AQUÍ
                          Consejos de don Amor [Coplas 429-435], Juan Ruiz Arcipreste de Hita*
                          Corazón coraza, Mario Benedetti –Lectura AQUÍ
                          Coronación del amor, Vicente Aleixandre
                          De cómo el amor vino al arcipresteJuan Ruiz Arcipreste de Hita*
                          De cómo el arcipreste fuer enamorado, Juan Ruiz Arcipreste de Hita*
                          ¿De qué modo te amo? (How Do I Love Thee? -Sonnet 43), Elizabeth Barrett+
                          Diciendo qué cosa es el amor, Jorge Manrique+++ [Ya visto AQUÍ]
                          Égloga I (El dulce lamentar de dos pastores), Garcilaso de la Vega++++
                          El amor de mis amores, Carolina Coronado+
                          El amor nuevo, Amado Nervo –Lectura AQUÍ
                          El amor vive más allá de la tumba (Love Lives Beyond the Tomb), John Clare++
                          El balcón (Le balcon), Charles Baudelaire+ [Análisis AQUÍ] –amoroso recuerdo
                          –Lectura AQUÍ (F) y AQUÍ (E)
                          El enamorado, Jorge Luis Borges [Análisis AQUÍ]
                          El inconstante, Pablo Neruda –amor inconstante. Lectura AQUÍ (voz del poeta) 
                          El indiferente (The indifferent), John Donne [Versión reducida AQUÍ]
                          –Lectura AQUÍ y AQUÍ
                          El primer beso, Amado Nervo –Lectura AQUÍ
                          El querer, Manuel Machado –Lectura AQUÍ
                          El seminarista de los ojos negros, Miguel Ramos Carrión –enamoramiento
                          En Colonia, Luis Enrique Arciniegas
                          En Raglan Road (On Raglan Road), Patrick Kavanagh. Lect. AQUÍ. Canción AQUÍ
                          Encuentro nocturno (Meeting at Night), Robert Browning
                          Es hielo abrasador, es fuego helado, Francisco de Quevedo 
                          [Soneto definiendo el amor] –Lectura AQUÍ
                          Estar enamorado, Francisco L. Bernárdez++ –Lectura AQUÍ
                          Farewell, Pablo Neruda –amor inconstante
                          Imitación de Propercio, Ernesto Cardenal
                          Íntima, Delmira Agustini
                          Jarchas, Anónimo**
                          La caída de las hojas, Fernando Celada
                           –amor (y erotismo) y muertecambio, persona
                          Lise, Victor Hugo
                          Lope. La noche. Marta, José Hierro [Un análisis AQUÍ]
                          Los invisibles átomos del aire (Rima X), Gustavo Adolfo Bécquer
                          Los nidos, Victor Hugo
                          Más vale trocar, Juan del Encina
                          Memoria, Dionisio Ridruejo+ –amoroso recuerdo
                          Mis amores, Delmira Agustini
                          No fueron tus divinos ojos, Ana, Lupercio Leonardo de Argensola
                          No niño novo do vento, Álvaro Cunqueiro [Ya visto AQUÍ]
                          [de Cien sonetos de amor] –Lectura AQUÍ
                          Nostalgia del primer amor, Dionisio Ridruejo+
                          Oda a la flor de Gnido (Canción V: Si de mi baja lira), Garcilaso de la Vega
                          –Lectura AQUÍ
                          –Lectura AQUÍ
                          Pensamiento de amor, José Hierro [y con otros poemas AQUÍ]
                          Perdido ando, señora, entre la gente, Bernardo de Balbuena –Lectura AQUÍ
                          Qué hermoso es ver el día (Rima LXVII), Gustavo Adolfo Bécquer
                          Queridiña dos meus ollos, Rosalía de Castro****
                          ¿Quién mata con más rigor?, Lope de Vega [y AQUÍ] –vida
                          Recuerdo (Remembrance), Emily Brontë+ –amoroso recuerdo
                          Regreso, Laura Victoria
                          Romance de Tristán e Iseo, Anónimo++ –leyenda [Tristán]
                          Romance del Conde Olinos, Anónimo [versión larga y comentario AQUÍ]++
                          amor y muerte. Lectura AQUÍ. Canción AQUÍ
                          Romance del enamorado y la muerte, Anónimo/Juan del Encina++ muerte
                          Segundo amor, José Hierro
                          Serenata (Sérénade), Paul Verlaine
                          Serranilla VII (La vaquera de la Finojosa), Marqués de Santillana [y AQUÍ]
                          enamoramiento, belleza
                          Soneto 116 (Sonnet 116), William Shakespeare –amor eterno
                          Soneto del amor oscuro, Luis Alberto de Cuenca
                          Te quiero, Luis Cernuda –Lectura AQUÍ 
                          Te quiero, Mario Benedetti –Lectura AQUÍ. Canción AQUÍ
                          ¡Todo era amor!, Oliverio Girondo***** –burla del amor [y AQUÍ]
                          Un poema de amor, Nicolás Guillén
                          Una carta de amor, Julio Cortázar
                          Unidad en ella, Vicente Aleixandre
                          Volverán las oscuras golondrinas (Rima LIII), Gustavo Adolfo Bécquer
                          Yo me muero de amor –que no sabía (Soneto 31), Lope de Vega

                          +Yo poético, confesión.
                          ++Amor constante, amor eterno, amor y muerte y amor más allá de la muerte. Entre estos poemas hallamos varios romances, como el de «Tristán e Iseo», inspirado en el Tristán de Gottfried von Strassburg, novela en verso escrita hacia 1210 (v. AQUÍ), que figura en el libro Flor nueva de romances viejos, de Ramón Menéndez Pidal, al igual que el de «El enamorado y la muerte» y el del «Conde Olinos», aunque en otra variante y con el título «Amor más poderoso que la muerte».
                          +++Descripciones del amor o del enamoramiento. Manrique dice que «es amor fuerza tan fuerte que fuerza toda razón». En Camôes, el amor es fuego ardiente. En Lope, vemos los efectos contradictorios del amor.
                          ++++Égloga: poema lírico de carácter bucólico [tema rústico o campestre, en general de serenidad idealizada], que idealiza la vida campesina y que suele incluir diálogos de amor entre pastores. Por tanto, su temática es el amor y la naturaleza.
                          Salid sin duelo, lágrimas, corriendo
                          (...)
                          ¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,
                          cuando en aqueste valle al fresco viento
                          andábamos cogiendo tiernas flores,
                          que había de ver con largo apartamiento
                          venir el triste y solitario día
                          que diese amargo fin a mis amores?
                          G. DE LA VEGA, Égloga I
                          –Lectura AQUÍ/AQUÍ

                          *De el Libro de buen amor. La intención de esta obra resulta ambigua por su gran heterogeneidad. En unos casos tiene el sentido de amor devoto [amor a Dios], en otros se refiere a la habilidad respecto al amor carnal. Menéndez Pelayo fue el primero en señalar el carácter goliardesco [de goliardos: clérigos vagabundos] de la obra. También se ha discutido su posible carácter didáctico. Algunos consideran a Juan Ruiz más cínico que moralista, más hipócrita que piadoso. Por otra parte, en el libro hay dos tipos de personajes: los reales, como el autor, Fernand Garçía (mensajero), don Pitas Pajas (pintor de Bretaña), Trotaconventos, doña Endrina (viuda), doña Garoza (monja), las serranas…, y los alegóricos: don Amor, doña Cuaresma, don Carnal, doña Venus... [v. también AQUÍ]
                          –Vídeo explicativo AQUÍ. Lectura AQUÍ.
                          **Podemos incluir las jarchas, en particular las jarchas mozárabes (¿anteriores a la lírica provenzal?), por su temática amorosa. [v. Los temas de las jarchas]
                          ***También titulado «Algún lugar al que nunca he viajado» (Somewhere I have never travelled), se ha dicho que es uno de los mejores poemas de amor del s. XX.
                          ****Carta del quinto, tema característico de la poesía vulgar.
                          *****En este poema Oliverio Girondo hace una burla del amor, que puede interpretarse como burla concepto de amor más superficial y tradicional (en el sentido romántico) o como negación en sentido general. Por otra parte, en toda la obra poética de hay una pulsión erótica. [Las metamorfosis eróticas de girondino.]
                          ¡Todo era amor… amor!
                          No había nada más que amor.​..
                          Amor impostergable y amor impuesto.
                          Amor incandescente y amor incauto.
                          Amor indeformable. Amor desnudo.
                          Amor-amor que es, simplemente, amor.
                          Amor y amor… ¡y nada más que amor!
                          –Lectura AQUÍ

                          Más vale trocar 
                          plazer por dolores
                          que estar sin amores...
                          Es vida perdida
                          bivir sin amar
                          y más es que vida
                          saberla emplear...
                          Amor que no pena
                          no pida plazer,
                          pues ya le condena
                          su poco querer:
                          mejor es perder
                          plazer por dolores,
                          que estar sin amores.
                          J. DEL ENCINA

                          Más vale trocar, Juan del Encina

                          Escrito está en mi alma vuestro gesto...
                          Cuando tengo confieso yo deberos;
                          por vos nací, por vos tengo la vida,
                          por vos he de morir, y por vos muero.
                          G. DE LA VEGA, Soneto V
                          –Lectura AQUÍ/AQUÍ

                          Sabed qu’en mi perfeta edad y armado,
                          con mis ojos abiertos, m’he rendido
                          al niño que sabéis, ciego y desnudo.
                          G. DE LA VEGA, Soneto XXVIII

                          Desmayarse, atraverse, estar furioso...
                          creer que un cielo en un infierno cabe,
                          dar la vida y el alma a un desengaño;
                          esto es amor, quien lo probó lo sabe.
                          LOPE DE VEGA, Soneto 126

                          Soneto 126, Lope de Vega

                          ¿Quién mata con más rigor?
                          Amor.
                          ¿Quién causa tantos desvelos?
                          Celos.
                          ¿Quién es el mal de mi bien?
                          Desdén
                          ¿Qué más que todos también
                          una esperanza perdida,
                          pues que me quitan la vida
                          amor, celos y desdén?
                          LOPE DE VEGA
                          –Lectura AQUÍ

                          Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
                          venas que humor tanto fuego han dado,
                          medulas que han gloriosamente ardido, 
                          su cuerpo dejará, no su cuidado;
                          serán ceniza, más tendrá sentido;
                          polvo serán, más polvo enamorado.
                          QUEVEDO, Amor constante más allá de la muerte

                          Amor constante más allá de la muerte, Francisco de Quevedo

                          Pero aquellas que el vuelo refrenaban
                          tu hermosura y mi dicha a contemplar,
                          aquellas que aprendieron nuestros nombres...
                          ésas... ¡no volverán!
                          G. A. BÉCQUER, Volverán las oscuras golondrinas

                          Volverán las oscuras golondrinas, Gustavo Adolfo Bécquer

                          Con una ligera mirada me liberas.
                          Aunque me haya cerrado como un puño,
                          siempre abres, pétalo a pétalo, mi ser,
                          como la primavera abre con misteriosa destreza su primera rosa.
                          E. E. CUMMINGS, Nadie, ni siquiera la lluvia

                          –Poema leído en escena de película 
                          Hannah y sus hermanas de Woody Allen: AQUÍ

                          Nadie, ni siquiera la lluvia, E. E. Cummings

                          [Nobody, not ever the rain: Somewhere I have never travelled]

                          Cuerpo feliz que fluye entre mis manos,
                          rostro amado donde contemplo el mundo,
                          donde graciosos pájaros se copian fugitivos,
                          volando a la región donde nada se olvida.
                          V. ALEIXANDRE, Unidad en ella
                          –Lectura AQUÍ

                          Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
                          Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
                          (...)
                          ¡Es tan corto el amor y es tan largo el olvido!
                          P. NERUDA, Poema 20
                          Lectura AQUÍ

                          Tú justificas mi existencia:
                          si no te conozco, no he vivido;
                          si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
                          L. CERNUDA, Si el hombre pudiera decir lo que ama

                          Si el hombre pudiera decir lo que ama, Luis Cernuda

                          De ver su presencia
                          quedé cariñoso,
                          quedé sin hemencia,
                          quedé sin reposo,
                          quedé muy cuidoso,
                          vencido d'amor,
                          magüera pastor.
                          J. DEL ENCINA, Ay, triste, que vengo

                          —DOLOR DE AMOR / TRISTEZA DE AMOR [Amor no correspondido]
                          Ay, triste, que vengo, Juan del Encina –enamoramiento
                          Elegía de Marienbad, Wolfgang von Goethe* enamoramiento [Wiki]
                          Si no os hubiera mirado (Villancico II), Juan Boscán [An. AQUÍ]

                          *Tristeza del poeta por un rechazo amoroso.

                          Si no os hubiera mirado,
                          no penara,...
                          J. BOSCÁN

                          Tú eras el huracán, y yo la alta
                          torre que desafía su poder.
                          ¡Tenías que estrellarte o que abatirme...!
                          ¡No pudo ser!
                          BÉCQUER, No pudo ser
                          –Lectura AQUÍ

                          —ODIOENAMORAMIENTO (Ambivalencia afectiva)*
                          Después del amor, Miguel Hernández
                          Te amo… ¿Por qué me odias?, Rosalía de Castro

                          *Encuadramos aquí poemas de amor-odio que podríamos considerar en la ambivalencia del lazo amoroso: odioenamoramiento de Lacan.
                          Porque el amor no es perpetuo
                          en nadie, ni en mí tampoco.
                          (...)
                          Cansado de odiar, te amo. 
                          Cansado de amar, te odio.
                          M. HERNÁNDEZ, Después del amor

                          Te amo... ¿por qué me odias?
                          —Te odio... ¿por qué me amas?
                          Secreto es éste el más triste 
                          y misterioso del alma.
                          R. DE CASTRO

                          —DESAMOR, Desengaño amoroso, Ruptura amorosa, Arrepentimiento amoroso...
                          Adiós (Adeus), Eugénio de Andrade –Lectura AQUÍ
                          El día que me quieras, Amado Nervo* –amor no correspondido
                          Epigrama, Ernesto Cardenal
                          Fin de un amor, Manuel Altolaguirre
                          Implacable, Juana de Ibarbourou [y AQUÍ]
                          Íntima, Laura Victoria –desengaño amoroso [y AQUÍ]
                          No pudo ser (Rima XLI), Gustavo Adolfo Bécquer ruptura
                          Otro rumbo, Laura Victoria –desengaño amoroso [y AQUÍ]
                          Quíxente tanto, meniña (O negro caravel), Rosalía de Castro** [Análisis AQUÍ]
                          Romance de Fontefridaamor mentiroso 
                          Separación, Miguel Altolaguirre ruptura
                          Súplica (Súplica), Miguel Torga ruptura
                          Tonos neutros (Neutral Tones), Thomas Hardy [Wiki] –desamor
                          Tú para mí, yo para ti, bien mío, Rosalía de Castro [An. ENG AQUÍ]
                          Tu recuerdo, Nicolás Guillén –Lectura AQUÍ
                          Venganza, Laura Victoria
                          Yo sé cuál el objeto (Rima LIX), Gustavo Adolfo Bécquer amor no correspondido
                          Yo te he querido como nunca, Vicente Aleixandre

                          *Fue inspiración del tango homónimo de Alfredo Le Pera, cantado por Carlos Gardel. Y una voz crítica dice que Amado Nervo, sentimental y romántico, utilizó todo lo que supo recoger del modernismo para componer versos inolvidables.
                          El día que me quieras tendrá más luz que junio;
                          la noche que me quieras será de plenilunio...

                          **El título inicial de este poema de Rosalía de Castro, del poemario de Cantares gallegos, era «O carabel negro». 
                          Quíxente tanto, meniña,
                          tívenche tan grande amor,
                          que para min eras lúa,
                          branca aurora e craro sol...
                          –Lectura AQUÍ

                          Yo te he querido como nunca.
                          Eras azul como noche que acaba,
                          eras la impenetrable caparazón del galápago
                          que se oculta bajo la roca de la amorosa
                          llegada de la luz.
                          V. ALEIXANDRE

                          Yo te he querido como nunca, Vicente Aleixandre

                          Allá me voy. Torciendo mi camino
                          avanzo al horizonte de platino,
                          desnuda hasta del propio pensamiento.
                          LAURA VICTORIA, Otro rumbo

                          A pesar de no amarnos, en silencio
                          se troncharon las manos,
                          sin saber si acunábamos un sueño
                          o era el sopor de algún amor lejano.
                          LAURA VICTORIA, Íntima

                          Íntima, Laura Victoria

                          ...este dolor mortal en que me abismo,
                          esta inmovilidad del sentimiento
                          que sólo salta, bruscamente, cuando
                          nada es posible!
                          A. STORNI, Carta lírica a otra mujer
                          –Lectura AQUÍ

                          —CONFLICTO AMOROSO, Infidelidad (Adulterio) 
                          A la hora del té (At Tea), Thomas Hardy triángulo amoroso
                          Carta lírica a otra mujer, Alfonsina Storni –rival amorosa [Análisis AQUÍ]
                          Noche transfigurada (Verklärte Nacht), Richard Dehmel* [Wiki]
                          Pitas Pajas, Juan Ruiz Arcipreste de Hita** [Comentario AQUÍ] –adulterio
                          –Adaptación teatral AQUÍ
                          Suelta mi manso, mayoral extraño, Lope de Vega [Análisis AQUÍ–Lectura AQUÍ 

                          *El poema de Dehmel describe a un hombre y una mujer caminando por un bosque a la luz de la luna; ella le confiesa que está embarazada de un extraño, y él acaba aceptando al niño que va a nacer como suyo. Inspiró la obra musical homónima de Arnold Schönberg.
                          **De el Libro de buen amor. [v. arriba]

                          Nada resta de ti…, te hundió el abismo…,
                          te tragaron los monstruos de los mares…
                          No quedan en los fúnebres lugares
                          ni los huesos siquiera de ti mismo.
                          C. CORONADO
                          –Lectura AQUÍ

                          —PÉRDIDA AMOROSA
                          La voz (The voice), Thomas Hardy –amor y muerte (esposa, añoranza)
                          Nada resta de ti, Carolina Coronado –amorosa pérdida

                          No le llame nadie celos
                          sino rabia del amor.
                          L. GÁLVEZ DE MONTALVO, Si a tanto llega el dolor

                          Estoy continuo en lágrimas bañado,
                          rompiendo el aire siempre con sospiros;
                          y más me duele el no osar deciros
                          que he llegado por vos a tal estado...
                          G. DE LA VEGA, Soneto XXXVIII
                          –Lectura AQUÍ

                          + AMOR DESESPERADO
                          Eloísa a Abelardo (Eloisa to Abelard), Alexandre Pope* –amor prohibido
                          En el silencio de la noche, Miguel de Cervantes** –noche
                          La canción desesperada, Pablo Neruda***
                          Pequeño vals vienés, Federico García Lorca**** [y AQUÍ]
                          Quiero a la sombra de un ala (La niña de Guatemala), José Martí [Wiki]

                          *La historia de amor de Abelardo y Eloísa, que protagonizaron en la Edad Media, inspiró este poema de Pope y otras obras literarias. Profesor él y ella su alumna, se amaron, y separados a la fuerza mantuvieron una rica correspondencia, siendo muy reveladoras las cartas que se escribieron. [v. Eloísa y Pedro Abelardo]
                          **Soneto de Lotario a Clori incluido en Don Quijote, capítulo XXXIIII: Donde se prosigue la novela del «Curioso impertinente».
                          ****Del poemario Poeta en Nueva York [Poemas], donde el surrealismo lleva los símbolos y las metáforas al extremo. Pero en «Pequeño vals vienés», uno de sus últimos poemas, hay menos caos y confusión que en otros poemas; trata de amor profundo y amor desesperado. [Comentario del pequeño vals vienés]

                          En el silencio de la nochecuando
                          ocupa el dulce sueño a los mortales,
                          la pobre cuenta de mis ricos males
                          estoy al cielo y a mi Clori dando.
                          M. DE CERVANTES

                          —CELOS, Amoroso egoísmo [Poemas con la palabra celos]
                          A los celos, Luis de Góngora [y AQUÍ]
                          Aun, si me fueras fiel..., Ángel Ganivet –Lectura AQUÍ
                          Canta, pájaro amante en la enramada, Lope de Vega [y AQUÍ] –Lectura AQUÍ
                          Celos, Francisco Villaespesa
                          Circe, que de hombre en piedra me transforma (Soneto 166), Lope de Vega 
                          mitología
                          La morada de los celos (Romance), Miguel de Cervantes
                          ¡Oh celos, de amor terrible freno! (Soneto XXXIX), Garcilaso de la Vega
                          Pedir celos no es cordura, Vicente Espinel
                          Si a tanto llega el dolor, Luis Gálvez de Montalvo
                          Tú me quieres blanca, Alfonsina Storni –amoroso egoísmo

                          *La poetisa sufre dolor de celos porque la mujer a la que ama está con un hombre. Los poemas de Safo (Safo de Mitilene o Safo de Lesbos) son de temática amorosa y erótica. Los comentaristas griegos la incluyeron en la lista de los «nueve poetas líricos», Platón la definió como la décima musa y Catulo le dedicó el poema «Vivamos, Lesbia mía...». Su nombre dio origen a los términos safismo y lesbianismo (por Lesbos). [v. Poemas de Safo]

                          ¡Oh niebla del estado más sereno,
                          furia infernal, serpiente mal nacida!
                          ¡Oh ponzoñosa víbora escondida
                          de verde prado en oloroso seno!
                          GÓNGORA, A los celos
                          –Lectura AQUÍ

                          Circe, que de hombre en piedra me transforma,
                          quiere, o lo quieren los contrarios cielos,
                          que viva ausente, sin matarme celos,
                          cosa imposible si de amor se informa.
                          LOPE DE VEGA

                          Tú me quieres alba,
                          me quieres de espumas,
                          me quieres de nácar.
                          A. STORNI

                          Tú me quieres alba, Alfonsina Storni

                          Ver: