lunes, 22 de abril de 2024

Mejora de la Atención Primaria de Salud


La atención primaria está sufriendo un grave deterioro, y para arreglar este problema no es suficiente con decisiones aisladas o simplistas, ni con poner parches temporales. Se aboga por la necesidad de más personal en atención primaria, pero aun con la preocupación de que el número de recursos humanos disminuya, creo que el foco debería ponerse en los aspectos organizativo y funcional, en mejorar la organización asistencial y delimitar las funciones de cada profesional. Médicos de familia y enfermeras deben asumir funciones sanitarias, no burocráticas, que sustraen muchísimo tiempo de la atención a los pacientes.

Por otra parte, además de tener habitualmente una agenda de atención ordinaria repleta, los médicos de familia tienen que atender todas las citas imprevistas –que han ido aumentando en los últimos años–, sean urgencias o consultas forzadas sin justificación, lo cual nos parece un despropósito. Es aquí donde aparece el riesgo de cometer errores y, en consecuencia, se compromete la seguridad del paciente. En definitiva, la sobrecarga asistencial y la burocracia acaban desbordándolos y, a la larga, quemándolos. La profesión médica tiene una prevalencia de burnout abrumadora.

Hoy se asume que hay una falta de recursos humanos en atención primaria. Los profesionales se van retirando y las plazas quedan sin cubrir; en los centros de salud, todos los pacientes que pertenecían a cupos de plazas que quedan vacantes se asignan al resto de facultativos, sobrecargándolos aún más. Con todo, vemos las principales debilidades de nuestro sistema en la deficiente organización y en el uso inadecuado de los servicios sanitarios.

Se precisan soluciones inteligentes y globales centradas en mejorar la organización sanitaria, acaso en una reorganización asistencial (de la asistencia ordinaria y urgente), para mejorar a su vez las condiciones de los profesionales de la salud y, por encima de todo, la atención a los pacientes. El cambio organizativo, la desburocratización y la delimitación de funciones me parecen claves. En conclusión, nuestra atención primaria precisa reformas estructurales, no coyunturales.

Carta al director, basada en otro escrito:

La atención primaria debe salir de su invierno a una nueva primavera...

Adagio de la Sinfonía n.º 1 ‘‘Ensueños de invierno’’ de Tchaikovsky
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Entradas relacionadas

Un debate
Necesidad de más recursos humanos vs. conveniencia de actuar sobre el descontrol asistencial (uso inadecuado de servicios sanitarios):

sábado, 20 de abril de 2024

Princesa de Éboli

Princesa de Éboli (s. XVI), Alonso Sánchez Coello?


PRINCESA DE ÉBOLI

Tan bonita, tan bonita
como fue la princesita…

Ana Hurtado de Mendoza,
inquieta desde pequeña,
manejaba bien la espada
y no frenaba la lengua.

Perdió su ojo derecho
por la punta de un florete.
(Se ha dicho, como se han dicho
otras causas referentes.)

Y tuerta la inquieta Anita
seguía siendo bonita.

Ya nacida en alta cuna,
de la española nobleza,
su futuro habría de estar
entre las altas esferas.

El rey Felipe II
con un príncipe la casa,
Ruy Gómez de Silva,
que era amigo de la infancia.

Casada aún era bonita
esa tuerta princesita…

Junto a su príncipe de Éboli
tuvo diez hijos, y, tras
la muerte de su marido,
amores hubo quizás.

Del secretario real
e incluso del propio rey
se relatan amoríos
con buena o con mala fe.

Viuda la princesita
seguía siendo bonita…

Con Teresa de Jesús
discutió sobre conventos;
y entre ellas, Ruy puso paz,
mientras estaba viviendo.

Muerto él (¡pobre santa!), quiso
ser monja, sin vocación.
Y, por siempre, el rey –quién sabe
por qué– a la bella encerró.

Y triste, la princesita
murió sola… ¡Era bonita!

[2023, 1 feb.]

La princesa de Éboli, Paco Moreno
***
Princesa de Éboli, bella, altiva, voluble, ambiciosa e intrigante.

Ana Hurtado de Mendoza de la Cerda y de Silva y Álvarez de Toledo (1540-1592), más conocida como la princesa de Éboli, fue una noble española, única hija de Diego Hurtado de Mendoza, virrey de Perú, y de Catalina de Silva, hermana del conde de Cifuentes. Su título le vino a esta mujer, de gran belleza a pesar de su condición de tuerta (se cree que perdió su ojo derecho por la punta de un florete manejado por un paje durante su infancia), por su matrimonio con Ruy Gómez de Silva, noble portugués, príncipe de Éboli y valido del rey Felipe II de España. Matrimonio concertado por el propio rey. Junto con su marido construyó un convento de la orden religiosa de las carmelitas descalzas (fundada por Teresa de Jesús, Santa Teresa a la postre), en Pastrana, Guadalajara, y tuvo un conflicto con Teresa de Jesús al empeñarse en la dirección de las obras. Ruy Gómez hubo de poner paz entre ellas. Pero a la muerte de éste, repentinamente, decidió retirarse a ese convento que había construido, hasta que, a los a los seis meses, fue obligada por el rey a renunciar a los hábitos y hacerse cargo de la tutoría de sus hijos (Ana y Ruy tuvieron diez). De regreso a la Corte comenzó una etapa de su vida de intrigas y escándalos, fruto de su personalidad ambiciosa y voluble. Además de calumniar a Teresa de Jesús, mantuvo supuestas relaciones amorosas con el monarca, con Juan de Escobedo, secretario de Juan de Austria, y con Antonio Pérez, secretario real y cabeza visible de la facción ebolista desde la muerte del príncipe. Parece probable que la princesa de Éboli y Antonio Pérez mantuvieran negociaciones secretas con los rebeldes flamencos y portugueses, hecho del que habría tenido conocimiento Juan de Escobedo; para evitar que Escobedo revelase el secreto se le acusó de una grave conspiración política pretendidamente urdida con Juan de Austria. Y Escobedo fue asesinado por orden de Antonio Pérez, seguramente con el consentimiento real. La princesa de Éboli aprovechó la influencia de Pérez y su conocimiento de los secretos de Estado para satisfacer sus ambiciones políticas y sus necesidades económicas. Vendió información política reservada y a la muerte del rey Sebastián de Portugal apoyó la candidatura de la duquesa de Braganza al trono portugués, oponiéndose así a las pretensiones dinásticas de Felipe II. Al tener conocimiento de estas intrigas y al percatarse de que había sido engañado en el asunto de Escobedo, el monarca ordenó el encarcelamiento de la princesa de Éboli y de Antonio Pérez. La princesa fue encerrada en la Torre de Pinto (Madrid) y luego en la fortaleza de Santorcaz (en las cercanías de Pastrana). Finalmente, el rey le permitió retirarse a su villa de Pastrana, donde permaneció confinada hasta su muerte. Ana fue enterrada, junto a Ruy, en la Colegiata de Pastrana.
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Princesa de Éboli –aache.com
Princesa Ana de Éboli –Mujeres en el patrimonio mundial de España
La princesa tuerta –revista con la a

Fuente: El Mundo

jueves, 18 de abril de 2024

Negro poeta latinista

Cabeza de un africano (1508), Alberto Durero


NEGRO POETA LATINISTA

Por si alguno no sabe, o se despista
en nuestra larga historia mal contada,
diré que en la bellísima Granada
hubo un negro liberto y latinista.

En el período renacentista
vivió aquel poeta, de la nada
surgido, en la Hispania agigantada,
etíope de espíritu humanista.

Total certeza no hay de dónde vino
quien por su negritud fue el primero
como universitario y catedrático.

Este hombre inteligente era gramático
y se integró entre blancos con salero.
Quedaos con su nombre: Juan Latino.

[2024, 7 feb.]

Juan Latino, de esclavo a catedrático
Juan Latino, también conocido como Juan de Sessa (c. 1518-1594), poeta y humanista del Renacimiento español, considerado la primera persona negra que recibió estudios universitarios en Europa y que alcanzó una cátedra, la de Gramática y Lengua Latina en la Universidad de Granada. Su vida transcurrió durante los reinados de Carlos I y Felipe II. 
***
Nota. No se conservan imágenes de Juan Latino, por lo que ilustramos esta entrada con un dibujo de Alberto Durero de la cabeza de un africano.

martes, 16 de abril de 2024

Quema de muñecos sanitarios

Fuente: Europa Press Andalucía

Traigo unos fragmentos de la reflexión de un médico de familia (en este enlace el texto completo) suscitada por una manifestación popular*, en la que la furia ciudadana por los problemas de la sanidad pública se ceba con sus profesionales, como si fuesen los culpables de la mala planificación y desorganización sanitarias, como una variante de matar al mensajero que trae una mala noticia.
Y a ti, médico, te aconsejo lo siguiente: vete de España ya. Vete. Coge la maleta y vete. Lárgate pronto de aquí. Agarra tu fonendo, tu inglés, tu alemán, tu portugués, tu inigualable expediente académico, tu carísima formación MIR… y vete. (...) Pero deja la bata en el consultorio donde te han amenazado, donde te han grabado con el móvil, donde te han insultado, donde te han pegado, donde han hecho estallar un petardo en tu cabeza de trapo. Vete, médico joven. No aguantes más. Y si eres mayor, prejubílate. Esto no tiene remedio. (...) Vete, médico. No mires atrás. Olvida a las decenas de miles de políticos españoles que, acaso con el graduado escolar como mérito académico, te gobiernan, te mangonean y ganan más salario que tú. Vete. Aléjate de los millones de derechos que tienen los pacientes y de los millones de deberes que tienes tú. Vete. Olvida los hipócritas aplausos de la etapa del COVID. Olvida los malos modos en la consulta, los móviles sonando mientras exploras, el insolente tuteo de las adolescentes para exigir una receta, la altanería con que te obligan a firmar una derivación que no procede, o un fármaco que no se necesita. Vete. Olvida las reclamaciones que te han puesto por llevar cierto retraso en la consulta (a quién se le ocurre entretenerse con los pacientes más de los cinco minutos reglamentarios). Y olvida las reclamaciones por las listas de espera a los especialistas (como si tú tuvieses la culpa). Vete. Aléjate de los gestores tóxicos que responden en tu contra, sistemáticamente, las puñeteras hojas de reclamaciones, esos hijos de puta que han convertido la asistencia sanitaria en un infierno de papeleo, de objetivos a cumplir, de burocracia, de ordenadores que fallan, de sustitutos que no llegan, de botones antipánico escondidos bajo las mesas, de agresores reincidentes a los que no hay manera de expulsar. Vete. No te lo pienses. Haz lo que ya han hecho decenas de miles de compañeros. Haz lo que, en lo que va de año, han hecho varios miles más. Vete. Ganarás más dinero, tendrás contratos estables y no quemarán tu efigie ni harán estallar petardos en tu cabeza de trapo.

Esta reflexión desoladora, con una carga de asqueo más que justificada, no tiene desperdicio. Entristece el desprecio de profesionales de la salud que están al servicio de la ciudadanía, sobre todo la menos pudiente, que si tuviese que pagar las consultas sería menos demandante de atención médica o tendría que privarse de muchas cosas. Una pena. Y sí, es adecuado el mensaje dirigido a médicos jóvenes para que se vayan fuera, en busca de mejores horizontes, y a los veteranos para que abandonen en cuanto puedan. Así unos y otros respirarán mejor al alejarse de esos gestores tóxicos que no los aprecian, que si pueden los machacan. En fin, en un tiempo no lejano habremos de escuchar quejidos por lo perdido y no cuidado.

¿Quedará un resquicio de esperanza?

Final del ‘‘Adagio’’ (IV mov.) de la Sinfonía n.º 9 de Mahler

viernes, 12 de abril de 2024

La medicina del dato


Se habla de la ‘medicina del dato’ como determinante de la medicina del futuro...
El cambio que el SNS necesita no vendrá de la bata blanca. Bioingenieros, bioinformáticos e informáticos médicos, trabajando a ser posible juntos, darán respuesta a los retos digitales que afrontan los hospitales españoles. DM. PROFESIÓN | Transformación digital
...y nos preguntamos qué espacio ha de quedar para la medicina humanista.

Medicina humanista: la medicina con alma

miércoles, 10 de abril de 2024

Victoria de los Ángeles, soprano natural

Victoria de los Ángeles

La soprano Victoria de los Ángeles López García (Victoria de los Ángeles López García, 1923-2005) nació en Barcelona, hija de padre andaluz de Fuengirola emigrado, que trabajaba como bedel en la Universidad de esa ciudad, y de madre de Puebla de Sanabria. Su formación educativa y musical se realizó en su ciudad natal. Estudió en el Conservatorio Superior de Música del Liceo, donde se graduó en solo tres años, a los 18 años de edad. Ya soprano profesional (soprano lírica o lírica spinto), desarrolló su carrera en la ópera y como recitalista, cantando Lieder. Destacó especialmente en papeles de óperas de Mozart (Don Giovanni, Le nozze di Figaro), Rossini (Il barbiere di Siviglia), Verdi (La Traviata, Otello), Wagner (Tannhäuser, Lohengrin), Puccini (La Bohème, Madama Butterfly) y otros compositores (Fausto, Carmen, Cavalleria rusticana…). 

La naturalidad ha sido su tarjeta de presentación desde la más tierna infancia. Esa naturalidad inocente la empujaba de niña a cantar, acompañándose ella misma con la guitarra, las canciones populares que oía en casa. Y esa naturalidad la alejó de la afectación propia de las grandes estrellas, siendo ella una de las que más han brillado en la lírica internacional. Tuvo el reconocimiento de otra gran reina de la naturalidad: Elisabeth Schwarzkopf, con la que mantuvo muy buena relación. 

Victoria de los Ángeles es posiblemente la soprano española más importante del siglo XX. Y quizá tuviera razón Maria Callas cuando llegó a afirmar que en aquella ciénaga por la que pasaba el Metropolitan neoyorquino de sus días gloriosos «la única flor era Victoria de los Ángeles». Poseía el raro don de la bondad. Afirmó la soprano que entre sus compañeros con ninguno se sintió nunca más a gusto que con Jussi Björling, tenor de timbre sinigual. Y su contacto con la poesía le hizo adentrarse y profundizar en el campo liederístico, abordando exitosamente Lieder de Schubert o de Schönberg. El centenario de su nacimiento es un buena justificación para reivindicar su extraordinario talento. 
César Wonenburger

Yo lo que más he admirado de Victoria de los Ángeles, aparte de cualidades vocales y expresividad en su canto, ha sido su exquisita prosodia en cualquier idioma.

«Veo descender del cielo a la Música como una Luz sonora
que nos invita a pasear por los jardines del Señor.
Cantar ha sido para mí la alegría
de abrir mi alma a la más pura elevación.
¡Gracias a ti, Música!».
En estas palabras suyas está resumida toda la proyección de su arte.

An die Musik (A la música), Franz Shubert

Canción para dormir a un negrito, Xavier Montsalvatge

lunes, 8 de abril de 2024

Evocación de Leonard Cohen



EVOCACIÓN DE LEONARD COHEN

Quería cantar las canciones
que escuchaba en la radio, aquéllas
que de verdad me conmovían
por su fluir melódico y sus letras.
Y pretendía acompañarme
de la tosca guitarra
que un pariente me había regalado,
sin conocer apenas un acorde.
Entonces descubrí en un parque
a un verdadero mago de ese instrumento
musical de cuerda rasgada,
y le pedí que me enseñara.
Venía a casa de mi madre, viuda
joven, y fui aprendiendo
los fundamentos guitarrísticos,
hasta un día en que ya no apareció.
Desconcertado, tuve un mal presentimiento…
En la pensión modesta donde se hospedaba
el guitarrista virtuoso, me dijeron
que el buen hombre se había suicidado.

[2024, 27 ene.]

Leonard Cohen: Discurso Premio Príncipe de Asturias (fragmento)

sábado, 6 de abril de 2024

Material y seguridad


Declaraciones del ministro de transportes tras el incendio de un tren
—Estamos estirando el material todo lo que podemos y eso tiene sus consecuencias... Tenemos que acostumbrarnos a estas incidencias.

Al parecer, le da igual la seguridad del viajero.

Imaginemos ahora que fuese ministro de sanidad...
—Estamos estirando el material sanitario todo lo que podemos.
—Pero eso puede repercutir en daño a los pacientes.
—Pues tenemos que acostumbrarnos a incidencias inevitables.
—¿Cómo inevitables? ¡Repongan el material!
—No hay dinero.

Pensaríamos que no le importa la seguridad del paciente.


Y habiendo riesgo para las personas, no es cuestión de usar material reciclado...

Recycled String Instruments

jueves, 4 de abril de 2024

Ruido en la sala de espera de un centro sanitario


El ruido es la más impertinente de todas las formas de interrupción.
Arthur Schopenhauer

Leemos por casualidad un artículo que, con el título «Sala de espera», nos transmite el ambiente ruidoso que se percibe y respira en el lugar donde la gente aguarda a ser atendida de urgencia, a menudo por motivos nimios,...

«Hablan a gritos, contestan al teléfono, ven vídeos con el volumen al límite y dejan ese sonidito mefistofélico al pulsar las teclas. Normalmente, son los canallas que aparecen allí porque les parece que el corazón palpita de más o alguna pijada similar» 

...y dejamos que cada cual extraiga sus conclusiones, aunque no sirvan para evitar el ruido impertinente que causan esos que aguardan con urgente impaciencia.

Sonidos de personas en sala de espera

lunes, 1 de abril de 2024

Libros de papel


En la era digital, leer libros en papel sigue teniendo su encanto. Libros de todo tipo, de ficción y no ficción. Cierto que tenerlos en un dispositivo electrónico tiene su ventaja: no ocupan espacio físico, no los extraviamos, los podemos localizar enseguida, incluso resulta más barato. Pero leer en una pantalla no es lo mismo que hacerlo en un soporte de papel, sobre todo literatura. Y el hecho de palpar el libro es una experiencia inefable. Por eso seguirán existiendo, o coexistiendo con los electrónicos*, los libros de papel; y quizás vayan adquiriendo más valor como joyas librescas, al modo de incunables. Así que ¡larga vida a los libros de siempre!

*ebook, audiolibro.

Libro electrónico o en papel?

viernes, 29 de marzo de 2024

Tchaikovsky

Tchaikovsky by Frances Broomfield
 

TCHAIKOVSKY

Si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco.
Piotr Ilich Tchaikovsky

Esa creación tuya,
inquieta e infinita,
que nace en Mozart y se expande
en sonoro abanico, rítmico y armónico,
percusivo y suave, cantarín y metálico 
–donde alumbran impresionistas 
 sonoridades de maderas y de cuerdas–, 
nos llega melancólica y danzante 
al corazón, risueña alguna vez, 
a través de ballets de cisnes, 
bella durmiente y cascanueces, 
de sinfonías que culminan 
un hondo patetismo, 
de conciertos de piano y violín, 
serenatas y suites, fantasías, 
óperas de inquietante dramatismo
(¡Oneguin y dama de picas!),
canciones, estaciones que son meses, 
variaciones y valses obsesivos 
que viven o que mueren 
en una inagotable melodía 
hacia el silencio musical triunfante. 

[2023, 16 sep.]

Sinfonía n.º 4: III ‘‘Pizzicato ostinato’’, Piotr Ilich Tchaikovsky
Pizzicato (técnica musical):
pellizcado de las cuerdas de un instrumento con las yemas de los dedos.
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Entrada relacionada (poema relacionado)

lunes, 25 de marzo de 2024

Georges Canguilhem: Escritos sobre la medicina

Fuente
 
Georges Canguilhem (1904-1995), filósofo y médico francés, supo reflexionar y repensar muchos de los conceptos fundamentales de la medicina, a la vez que encontró en esta última las herramientas para renovar algunos de los tópicos clásicos de la tradición filosófica occidental. Poco conocido en el ámbito filosófico —suele ser recordado, sobre todo, como maestro de pensadores más afamados como Michel Foucault—, es prácticamente desconocido en el ámbito de la medicina, y aunque muchas de sus ideas puedan considerarse superadas o desfasadas, con todo, su obra deja una impronta en la que se hace patente el fructífero diálogo que pueden entablar la filosofía y la medicina, y que es posible abrir nuevos derroteros de reflexión y cuestionar los conceptos e ideas que en cada disciplina se suelen considerar como duros e inamovibles.  
En un estilo que elude la sistematicidad y tiende a la expresión aforística, Georges Canguilhem, mentor de destacadas figuras del pensamiento como Michel Foucault, plantea una crítica de la razón médica desde sus inicios hipocráticos hasta el presente. A través de la lectura de los distintos trabajos compilados en este volumen, el lector estará en condiciones de plantear cuestiones fundamentales e incesantemente renovadas sobre la naturaleza-médico, sobre las relaciones médico-enfermo y enfermedad-enfermo y los peligros de su disociación, sobre el tratamiento, los caminos y los efectos de la medicina científica, sobre la salud y las mentiras de sus silencios tanto como sobre las trampas de las metáforas que ella ocasiona. 

Escritos sobre la medicina, Georges Canguilhem

A pesar de esfuerzos recientes, son pocas las investigaciones que han explorado el tema de la ética médica en la obra del filósofo médico francés Georges Canguilhem. Esto obedece, fundamentalmente, a la posición crítica que este autor asumió frente a las modas humanistas propias de la medicina que comenzaron a proliferar después de la Segunda Guerra Mundial. Con todo, sostenemos que las reflexiones del filósofo médico francés realizan aportes al tema de la ética médica en tanto que rescatan la particularidad de los enfermos (cuestión hoy altamente valorada por la Medicina Centrada en la Persona) frente a la racionalidad “objetivadora” de la medicina moderna.

 ¿Existe una ética médica en Georges Canguilhem?

Entre Canguilhem y Foucault
 
François Jacob - Georges Canguilhem
[François Jacob, Premio Nobel de Fisiología o Medicina, 1965]
***  
Canguilhem ya no es tenido en cuenta simplemente como un historiador de la biología y la medicina, ni siquiera como un epistemólogo de estas disciplinas. Hoy se le considera como un filósofo en el pleno sentido de esta palabra, de modo que, no sólo se pone al descubierto su pretensión de fundar una antropología filosófica (Saint-Sernin, 1996, Le Blanc, 2002, Debru, 2004) a partir de las disciplinas biomédicas, sino su vocación de filósofo práctico. Es decir, los aspectos morales y políticos (e incluso estéticos) aparecen como los elementos nucleares de su programa filosófico, desde un fuerte compromiso con los valores universales de la justicia y la igualdad.

Redescubriendo a un filósofo híbrido: Georges Canguilhem