sábado, 17 de enero de 2009

Poema para conjurar la vanidad: Glorias hay que deslumbran…

Como comienzo de esta andadura médico-melódica, el responsable de Medicina y Melodía quiere expresar su deseo de que ningún destello de orgullo lo deslumbre. La buena ciencia y el arte verdadero les dan la espalda a la soberbia. Y para conjurar toda tentación de vanidad, nada mejor que estos maravillosos versos de En las orillas del Sar, de la extraordinaria Rosalía de Castro, en los que dejó constancia de sus principios:

Glorias hay que deslumbran, cual deslumbra
el vivo resplandor de los relámpagos,
y que como él se apagan en la sombra,
sin dejar de su luz huella ni rastro.

Yo prefiero a ese brillo de un instante,
la triste soledad donde batallo,
y adonde nunca a perturbar mi espíritu
llega el vano rumor de los aplausos.

3 comentarios:

  1. Extraordinaria entrada, amigo Jose Manuel, que retrata tu cualidad y calidad personal y profesional.

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    1. Gracias, amigo Juan, por tu amable, aunque exagerado, elogio.
      Un abrazo.

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  2. No creas que es exageración amigo Jose , aunque te incomoden los halagos como a mi, pero en este caso creo es realidad mas que fruto del aprecio y la amistad.
    Y es que, hacer acto de fe de humildad al inicio de este camino bloguero, a parte de ser un acto de clarividencia es tambien una declaracion de intenciones, y como dice nuestro maestro Don Gregorio es por las intenciones por lo que primordialmente se nos puede juzgar a los humanos.
    Por lo demas no creo que nosotros, "a estas alturas de la pelicula", podamos caer facilmente en "borracheras de poder", quizas ya bastante tenemos con intentar salir dignamente de nuestra exclavitud.

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